Asunción es la capital del corazón de Sudamérica, sin embargo de alguna manera nos las hemos ingeniado para no estar a la altura. Entre la inseguridad, el pésimo estado de nuestras vías públicas y la precariedad de nuestros espacios públicos recreativos, no estamos ofreciendo nada interesante ni a los ciudadanos ni mucho menos a turistas.
Plazas vacías, costaneras sin atractivos,
el internet más lento de la región en un mundo que vive conectado. Es como si nos estuviéramos quedando atrás.